viernes, 13 de diciembre de 2013

EL BERROCAL DE TRUJILLO. MEDIO BIÓTICO. VEGETACIÓN Y FLORA.



1. VEGETACIÓN POTENCIAL DEL BERROCAL DE TRUJILLO:

Según el trabajo de RIVAS MARTÍNEZ (1987), la serie de vegetación potencial correspondiente al berrocal de Trujillo es la Serie mesomediterránea luso-extremadurense silicícola de Quercus rotundifolia o encina (Pyro bourgaeanae-Querceto rotundifoliae sigmetum) VP, encinares: 24c.

Esta vegetación potencial estaría conformada por un bosque esclerófilo maduro con la encina como especie dominante, en el que aparecerían el piruétano (Pyrus bourgeana), así como en ciertas cañadas o umbrías, alcornoques (Quercus suber) o quejigos (Quercus faginea subs broteroi ) como especies arbóreas acompañantes. 

También podemos añadir la posibilidad de la antigua existencia de coníferas como el enebro (Juniperus oxycedrus) y el pino piñonero (Pinus pinea), el cual está perfectamente adaptado a los suelos típicos del berrocal, de tipo lemh, procedentes de la arenizacion de la roca madre granítica, en los cuales vegetaría con mayor vigor incluso que las fagáceas. En otros berrocales de Extremadura, como el entorno del Cabezo de Araya (Navas del Madroño y Garrovillas) aún se pueden observar excelentes pinares naturales.

En el transecto imaginario y simplificado que atraviesa el berrocal de Este a Oeste, partiendo del río Merrinejo, encontraríamos un bosque ripario compuesto principalmente por fresnos (Fraxinus angustifolia) entre los que se intercalarían algún sauce (Salix spp.) y  tamujos (Flueggea tinctoria). Posteriormente al ascender por las solanas, atravesaríamos un encinar en donde se intercalarían piruétanos y por último en las umbrías, observaríamos un bosque mixto de encinas y alcornoques, quizá con algún almez (Celtis australis), hasta llegar de nuevo a las fresnedas del río Magasca. 



Imagen: Diagrama de Vegetación potencial del Berrocal de Trujillo. Fuente: elaboración propia.



Esta idealización, cercana a lo que debió ser el berrocal antes de la intervención humana, está hoy día bastante lejos de la realidad. Así, en una primera etapa de regresión o de sustitución de esta vegetación arbórea potencial de encinar denso, aparecen formaciones arbustivas de fabáceas dominadas por los escobonales de Cytisus multiflorus.


Foto: Encinar cercano a la Charca de Casilla .Los encinares primigenios son inexistentes en el berrocal. En algunos enclaves muy contados se pueden observar encinares que se asemejan a éstos y que han alcanzado un cierto porte y densidad por cese de la presión antrópica.



2. VEGETACIÓN ACTUAL DEL BERROCAL DE TRUJILLO:

Como se ha dicho anteriormente, no se puede considerar al berrocal como una zona agraciada en vegetación arbórea, sin embargo aún quedan rodales y bosquetes de encinares (Quercus ilex subp. ballota), salpicados por retazos de alcornocales (Quercus suber) y pies aislados de fresnos (Fraxinus angustifolia), piruétanos o galaperos (Pyrus bourgeana) y almeces (Celtis australis). Es posible que los quejigos estuviesen también representados en el berrocal, pues existen aún pies de esta especie en enclaves cercanos, como la sierra de Santa Cruz, pero a día de hoy no se ha podido constatar su presencia.

Los arbustedos de escoba blanca (Cytisus multiflorus) y negra (Cytisus scoparius) son los que conforman las formaciones de vegetación características del actual berrocal.

 Imagen:Mapa de Vegetación actual del Berrocal de Trujillo. Fuente: elaboración propia con SIG a partir de Mapa Forestal de España.

2.1. Escobonales:

Formación de matorral típica en el berrocal trujillano, siendo una etapa de regresión del encinar maduro y que ha venido a sustituirle tras su degradación   producida generalmente por la mano del hombre a través del ganado y del fuego.
           
Las especies que dominan y dan nombre a esta formación son las escobas, Cytisus scoparius y Cytisus multiflorus, leguminosas ineludiblemente asociadas al berrocal, pues tapizan la mayor parte de los afloramientos graníticos del término municipal.

Es un tipo de formación arbustiva de tamaño medio, de una altura que oscila entre 1 metro y 1,5 metros,  con una fracción de cabida cubierta que oscila entre el 30 y el 70 %, dependiendo de cuan denso sea el afloramiento de rocas graníticas, ya que en los espacios de suelo existentes entre los mismos es donde se asienta esta vegetación.

Foto: Escobas (Cytisus multiflorus) en flor. 

Entre las especies acompañantes podemos encontrar alguna retama (Retama sphaerocarpa), majuelo (Crataegus monogyna), espárragos (Asparagus  acutifolius y Asparagus albus), zarza (Rubus ulmifolius), torvisco (Daphne gnidium), escaramujo (Rosa canina ); el pasto que se desarrolla bajo el escobonal es de calidad pero con escasa superficie, puesto que los afloramientos rocosos, así como el sombreado del matorral no dejan demasiado sitio para su desarrollo.

 Foto: Majuelo (Crataegus monogyna).

            El escobonal de Cytisus multiflorus es una formación vegetal de alto valor ecológico y paisajístico, ya que alberga importantes comunidades animales y tiene una de las floraciones más espectaculares que se pueden ver en Extremadura, tapizando el berrocal de blanco, todo ello acompañado de el agradable aroma de la planta en flor. No en vano esta formación vegetal, “Retamares con escoba blanca (Cytisus multiflorus) o con escobas negras (Cytisus scoparius y C.scoparius subsp. bourgaei)”, está considerada por la Directiva Europea de Hábitats,  como Hábitats de Interés Comunitario dentro de los “Retamares y matorrales de genisteas (Fructicedas, retamares y matorrales mediterráneos termófilos). Cod. U.E. 5335
 


2.2. Encinares:

La mayor parte de los encinares trujillanos han sufrido modificaciones que los han llevado a convertirse en formaciones adehesadas y en el caso de los encinares del berrocal, en formaciones degradadas que han pasado de monte alto a monte bajo. 
 

  Foto: Típica formación de encinar aclarado y escaso porte del berrocal.  

                 Foto: Rodales de encinas de cierto porte en la visual del casco histórico de Trujillo desde las Huertas de la Magdalena.

Los encinares achaparrados son frecuentes en el berrocal, en donde los árboles presentan un porte subarbóreo y a menudo se encuentran recluidos al interior de los afloramientos rocosos o formando parte de la orla de vegetación que conforma los lindazos o franjas de separación entre fincas, hecho sin duda producido por la presión agropecuaria que han sufrido secularmente, lo cual  dota al berrocal en algunas partes de ciertos matices paisajísticos parecidos a la más genuina campiña. 

  Foto: Berrocal y vegetación conformando un mosaico irregular, prácticamente sin vegetación arbórea.

Allí donde el pastoreo ha perdido intensidad, los pies de encina provenientes de rebrote consiguen alcanzar cierto porte.

  Foto: Las encinas quedan acantonadas en lo más agreste de las formaciones rocosas.


Foto: Tres encinas en una.


Es frecuente observar numerosas encinas que ha conseguido medrar en las fisuras entre las rocas graníticas, aprovechando el poco suelo disponible.

Foto: Encinas fisurícolas.



En el bosque maduro,  la encina dominante se acompaña de otros árboles como el  alcornoque (Quercus suber), acebuche (Olea europaea sylvestris), almez (Celtis australis) y el fresno (Fraxinus angustifolia) en las vaguadas más húmedas, así como de un variado sotobosque arbustivo conformado por majuelos (Crataegus monogyna), piruétano (Pyrus bourgeana), cornicabra (Pistacia terebinthus), escobas ( Cytisus scoparius y Cytisus multiflorus), retama (Retama sphaerocarpa), torvisco ( Daphne gnidium), escaramujo (Rosa canina ), etc.   


                                Foto: Piruétanos o galaperos en las cercanías del paraje de La Mora (Huertas de Ánimas).
 

                                                                     Foto: Detalle del fruto del galapero.
 
Todas estas especies las podemos encontrar  hoy en el berrocal, aunque no ya formando parte de la orla de los encinares, si no más bien resistiendo testimonialmente en aquellos emplazamientos que les han sido favorables y en algunos casos de modo relicto como los escasos pies de alcornoque que aún podemos observar en el entorno de La Molineta.

 Foto: Monumental alcornoque que resistía en las cercanínas de La Molineta (comparar sus dimensiones con el tamaño de las paredes de piedra). Año 2006.

                                                                                    Foto: Restos del alcornoque de la foto anterior. Año 2013.

La degradación del encinar primigeneo está  generalmente producida por la mano del hombre, salvo los casos de incendios naturales iniciados  por el rayo. La transformación del encinar se produce por el aprovechamiento de leñas y carbón vegetal y el aclarado del arbolado así como la eliminación del sotobosque para el favorecimiento de la producción de bellota y del pastizal con uso ganadero. 


3. FLORA DE INTERÉS EN EL BERROCAL DE TRUJILLO:



En el berrocal podemos encontrar taxones de interés y gran valor botánico, incluso alguna de ellas recogida en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas. A continuación se expondrán algunas de ellas, en una relación no exhaustiva y sin orden aparente.

Si hay una planta  que tuviese que elegír como la más representativa del berrocal, sería sin duda la "biloria" (Digitalis thapsi), debido a su vistosidad y a su abundancia. El nombre vernáculo de esta planta sólo lo he escuchado en Trujillo,  quizá en otras localidades se la denomine de otro modo parecido. Esta planta medra característicamente al pie de los canchos y bolos graníticos y en las fisuras de éstos. Pertenece al género Digitalis, un grupo de plantas comunmente denominadas como "dedaleras" por la forma de su flor. Estas plantas presentan un principio activo venenoso, la digitalina, razón por la cual se dice que fumar las hojas secas de la biloria produce algún efecto psicotrópico.

 Foto: La biloria (Digitalis thapsi).



 Foto:Detalle de la flor de la biloria (Digitalis thapsi).

 
Otra planta que ha despertado mi interés es el "jacinto español" (Hyacinthoides hispanica). Se trata de una bonita liliacea asociada al subpiso umbroso y húmedo de robledales de Quercus pyrenaica, que sin embargo ha conseguido establecerse en un entorno, el berrocal de Trujillo,  muy adverso a sus requerimientos ecológicos de mucha mayor humedad y escasa insolación. Esto lo ha conseguido únicamente perviviento en las grietas y oquedades de los canchos, aprovechando sin duda la sombra de éstos y el plus de humedad que rezuma por sus paredes. Una auténtica joya botánica en el berrocal, muy lejos ecológicamente de su emplazamiento habitual. 

 Foto:Jacinto (Hyacinthoides hispanica).

Foto:Detalle de la flor de Hyacinthoides hispanica .

En los pastizales y cañadas que se suelen encharcar, podemos encontrar esta otra planta interesante, el narciso (Narcissus bulbocodium), la cual se encuentra recogida en el Catálogo Regional de Especies Vegetales Amenazadas de Extremadura en la categoría de "De Interes Especial".

  Foto:Narciso (Narcissus bulbocodium) en flor .

No podemos dejar de mencionar el hecho de que la familia de las orquídeas también está representada en el berrocal de Trujillo. Únicamente he encontrado plantas del género Serapias, y quizás haya alguna representante más de esta bella familia. No me he atrevido a determinar la especie de las distintas Serapias que he encontrado en el berrocal, pues es un grupo botánico complejo y no lo domino. En Extremadura hay descritas más de diez especies, con distintas subespecies e híbridos, alguna en Peligro de Extinción como la Serapias perez-chiscanoi.


Foto: Orquídea 1 ( Serapias spp).
 
Foto: Orquídea 2 ( Serapias spp).
 
 Foto: Orquídea 3 ( Serapias spp).

Foto: Orquídea 4 ( Serapias spp).


Para acabar, también mencionaría otras plantas que aúnque son comunes tanto en el berrocal como en otras partes de Extremadura, merecen ser mencionadas por su vistosidad.

 Foto:Gamonito (Asphodelus albus).


 Foto: Quitameriendas (Merendera montana).


 Foto: Ombligo de Venus (Umbilicus rupestris). 

 Foto: Leche de pájaro (Ornithogalum umbellatum)


 Foto: Patita de burro ( Gynandriris sisyrinchium).

__________________________________________________________________________________

BIBLIOGRAFÍA:

CATÁLOGO REGIONAL DE ESPECIES VEGETALES AMENAZADAS DE EXTREMADURA. 2010. Colección Medio Ambiente. Junta de Extremadura. 

DEVESA J.A. 1995. Vegetación y Flora de Extremadura. Ed. Universitas Editorial. Badajoz. 

DURÁN F. & GIL J.R. 1992. Guía de flores de Extremadura (Monocotiledóneas). Ed. Fondo Natural SL. Ávila.  

MAPA FORESTAL DE ESPAÑA 1:200.000. MAGRAMA. Banco de Datos de la Naturaleza. 

RIVAS MARTÍNEZ S. 1987. Memoria del mapa de series de vegetación de España. ICONA. MAPA. Madrid.

RUÍZ DE LA TORRE, J.1993. Mapa Forestal de España. Hoja 3-7 Cáceres. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza. Madrid.